La idea nace de algunos señores y señoritas que han visitado nuestros locales pidiendo algo para la gente cargosa y molestosa (que da lata). En nuestra cultura se denomina "Ladilla" a la persona que tiene estas características, incluso llega a ser vervo "Ladillar": tu ladillas, él ladilla... etc.
En principio la personificación se nos hacía difícil porque originalmente la "Ladilla" parece un piojo con brazos de cangrejo, así que mejor nos concentramos en la mirada que te dice que en cualquier momento va a ir al acecho y lo sacamos del calzoncillo para ser un poco más explícitos y divertidos. Compartimos el comentario de una señora que vio la camiseta en la percha y dijo: "¡Qué horror!"... esperamos que ustedes no piensen igual :)
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